viernes, 22 de mayo de 2009

El 10 para sacar a un 10

Ya hablé sobre las causas que acarrearon la necesidad de organizar la siniestra jugada que he bautizado como “Operación Escarcha”. Sudáfrica 2010 sin Argentina no es negocio, así que para asegurar su ingreso, hay que poner toda la carne al asador. Esto es, Frioman outside. Pero por otro lado, sin Tristelme, muchos socios económicos de las oficinas de la calle Viamonte verían perjudicados sus negocios. No sea cosa que enojados, quiten el apoyo al establishment dirigencial actual. Así que para el Mundial, Frioman inside.

¿Cómo lograr este difícil objetivo? La maniobra consta de muchos pasos, algunos ya realizados con una perfección maestra. Uno de esos fue la asignación de un nuevo Director Técnico. Con el lisonjero del Cocometa echado cual rata, se abrió el interrogante de quien debería sucederlo en el cargo.

El aspirante ideal para el cargo debería reunir entonces tres cualidades. Primero y antes que nada, la personalidad suficiente como para poder enfrentarse, en caso de ser necesario, al 10 de la Triste Figura. Segundo, contar a nivel nacional con tantos acólitos o más que el Capitán Frío. Tercero y por último, ser muy respetado por los tristelmistas. Además, serían también necesarias otras condiciones futbolísticas que posibiliten la tarea de conducir al Equipo Nacional. Sin dudas, una sola persona reunía estas condiciones, especialmente las tres primeras: El Diego.

Así este querido jugador, campeón heróico en México, miembro estable del Olimpo futbolero universal, se convirtió a finales del 2008, en el Hombre de la Selección. No tenía una tarea fácil, pero si le sobraba material. El nuevo DT empezó a trabajar en lo que mejor sabe hacer, que es levantarle la moral a sus jugadores. Comenzó a tratar con el grupo, a ser parte del mismo y a delinear su futuro equipo.

Desde el primer affaire con sus jugadores, era evidente que algo pasaba entre Diego y Friomán. ¿Cómo podía ser, si siempre el exquisito jugador de Fiorito había repartido elogios al 10 de la Triste Figura? Hay un dato evidente. Desde aquel partido con Escocia, el plantel le hizo saber a su nuevo DT que no querían al siempre malhumorado y camarillero de Tristelme. El Diego entonces, haciendo eco de su importante personalidad, accedió darle el gusto a sus muchachos.

El primer paso estaba dado. El nuevo DT había decidido al hablar con sus jugadores, no llamar más al 10 de la Triste Figura. Teniendo en cuenta el antecedente de serruchapisos que algunos jugadores del plantel atesoraban, era previsible imaginar que estos le pedirían a Diego marginar a Friomán del plantel Celeste y Blanco.

El paso consecuente fue la renuncia del orgulloso Tristelme, vía un importante noticiero. Señores ¿Desde cuando un jugador renuncia a un equipo vía noticiero? Claro está: desde Friomán. Una película repetida, como la de la mami preocupada de hacía unos años.

Los daños colaterales fueron importantes. Aunque la patria futbolera se mostrós satisfecha, harta del futbol cansino de Tristelme, la hinchada más populosa del país salió a defender a su ídolo. Seguramente y cegados por el fanatísmo, no comprendían que el rendimiento de ese jugador en la Selección no era el mismo que en su equipo. Pero más allá del enfrentamiento Boca-Selección, todo marchaba bien.

Contra Venezuela las recaudaciones fueron gigantezcas y el equipo ilusionó. La salida de Friomán (elegante, ya que fue el quien decidió no volver al equipo) estaba consumada por lo menos, para el resto de las Eliminatorias. En la calle Viamonte sonreían. Toda había sucedido como era previsible de acuerdo a sus manejos. Ya habría tiempo y pretextos para que en un futuro no tan lejano, la 10 vuelva a tener una figura triste. Muy triste.

lunes, 30 de marzo de 2009

La actitud de ir al frente

Después de un interminable lustro, la Selección Argentina volvió a jugar con toda la carne al asador. Es que durante la oscura y fría era tristelmista, no sólo debíamos soportar al diez de la triste figura trotando agotado por el campo de juego, sino que estabamos obligados a ver a otros diez jugadores pendientes de sus caprichos y de sus decisiones dentro y fuera de la cancha. Tristelme, dentro del permisísmo que gozó durante su era, era más que un jugador. Era el conductor, el alma del equipo. Todo pasaba por su persona y si algo o alguien desobedecía ese axioma, probablemente era castigado.

El mayor problema consistía, claro está, en que Tristelme no era un jugador para cargar con semejante responsabilidad, por un sencillo motivo. Ni su habilidad con el balón, ni su personalidad, lo ponían a la altura de las circunstancias. Entonces, la era de Tristelme se tradujo en años en dónde los aficionados argentinos, tuvimos que soportar un equipo comandado por un jugador de cabotaje. Y como consecuencia, todos sabiamos -exceptuando los dichos de la prensa secuaz- que el equipo no podía llegar a nada grande, porque carecía de alma.

Pero afortunadamente, esta suerte de dictadura que ejercía el 10 de la Triste Figura sobre sus otros 10 compañeros, terminó con el arribo del 10 más famoso de todos como DT del equipo. Y como el Falso 10 no se bancó jugar sin privilegios, armó un escandalo mediático (muy a su estilo) con el 10 más famoso y entonces, la preciada 10 Argentina terminó en las espaldas de un tipo que merece mucho más la 10 que Tristelme.

Los frutos ya se empiezan a notar. Un equipo entusiasmado, que dejó de ser un privilegiado + diez peones obedientes, para pasar a ser un equipo de 11 compañeros. Ese equipo entusiasmado, juega –claro está- con entusiasmo y eso, entusiasma al público. ¡Por Dios! ¿Tanto tuvimos que esperar para ver a un equipo con tres puntas y nada más que con tres defensores? ¿O acaso durante todo este tiempo jugabamos todo el tiempo contra Brasil, que teníamos que mantener si o si línea de cuatro atrás y sólo dos delanteros?

Es verdad que el otro día el rival ni siquiera era de segunda línea. Pero la actitud estuvo ahí. A Venezuela se le gana, porque se le salió a atacar desde el primer momento, y así se le ganó, sin dejar dudas. En la oscura época de Tristelme, a Venezuela le hubiesemos ganado por desgaste, diferencia de jerarquías, errores propios de los caribeños aprovechados sagazmente por los celestes y blancos, entre otras armas mezquinas. El problema llegaba, como todos sabemos, cuando enfrente teníamos un equipo que no se equivocaba, y así la pasabamos mal indefectiblemente.

Yo no sé hasta donde puede llegar este equipo actual. No se si le vamos a ganar a Brasil o a Paraguay. Tampoco se si vamos a tener un Mundial brillante, ni mucho menos si podremos ganarlo. Pero hay algo de que si tengo la certeza: este equipo va a ir al frente para alcanzar todos esos objetivos. Y al frente se va, valga la redundancia, yendo para adelante. No para atrás, con pases precisos pero tontos a los defensores, en la mitad de cancha, esperando que la providencia nos ayude. Por suerte, el autor intelectual de esa metodología, ya no está más en el equipo.


Un cálido abrazo futbolero

PD: El Chile de Marcelo Bielsa está jugando unas muy buenas eliminatorias. ¿Cómo es posible? ¿No es que este hombre era un antifútbol, “defensivo” (si si, lo llegaron a acusar de eso), que no sabía nada? ¿O será que la cruda realidad vuelve a filtrarse una vez más, a pesar del velo de mentiras que tejen ciertos medios, para poder seguir idolatrando a un jugador que dista años luz de ser el mejor?

sábado, 28 de marzo de 2009

Un paso atrás, para luego avanzar dos

En el post pasado anuncié el surgimiento de la nefasta “Operación Escarcha”, movilizada por ciertos sectores empresariales y dirigenciales para promover el retorno del Capitán Frío a la Selección. Ahora describiré el génesis de toda esta maniobra, que según puedo ver, a partir de los hechos que se suceden día a día, se gesta incluso mucho antes de la renuncia del 10 de la Triste Figura al Combinado Nacional. Hagamos memoria.

Luego del retorno de Tristelme a la Selección, allá en Venezuela 2007, tuvieron espacio las primeras fechas de las eliminatorias mundialistas. Fueron al entender de muchos, dos de los encuentros más accesibles de todo el calendario. Hablo de la primer fecha contra Chile en Buenos Aires, y luego el enfrentamiento en la tercer jornada ante la temible (para sus propios hinchas) Bolivia, también en el Monumental. Ante esos rivales cómodos, Tristelme hizo gala de su precisa pegada y se consagró héroe de ambas victorias. En el medio, sin embargo se pudo presagiar lo que en verdad sucedía.

La visita a Venezuela por la segunda fecha ante la “Vinotinto” obtuvo tres puntos que fueron demasiado premio. La Selección jugó al ritmo cansino de Tristelme, aprobado condescendientemente por el lisonjero Director Técnico. Ganó de esta manera, ajustada y mezquina, tres unidades que en el verde césped nunca mereció. No sucedió lo mismo en la cuarta fecha, cuando Argentina visitó a Colombia y ante un desempeño similar, esta vez se trajo en el avión una lógica derrota. Los encuentros ante Ecuador, Paraguay, Brasil y Perú fueron dejando en evidencia, que el sistema y el nivel de juego no eran los suficientes como para asegurar pasaportes a Sudáfrica.

Para colmo de males, la sub-23 de Batista fue oro los Juegos Olimpicos de Beijing. Si bien Tristelme jugó en ese equipo, estuvo a la vista de todos que practicamente no participaba del juego. La pelota pasaba velozmente por el mediocampo, de posiciones defensivas a ofensivas. El sistema mezquino de tener la pelota hasta que el rival se equivoque, quedaba completamente desprestigiado.

A finales de 2008, la balanza entre el buen juego y el rédito comercial que funciona en las oficinas de Viamonte, comenzó a desnivelarse peligrosamente. Desde 2004 y la llegada del jugador más marketinero del ámbito local, el Seleccionado había sufrido una merma futbolística importante, pero poco preocupaba porque el ingreso a Alemania 2006 jamás corrió riesgos. Pero esta vez ya no existía ningún colchón de puntos tranquilizador. Un nuevo tropezón y la presencia albiceleste en el Mundial sudafricano correría riesgos.

Surge de esta época un dilema que seguramente les habrá costado varias horas de sueño a los hombres de la calle Viamonte. ¿Cómo hacer para que Argentina llegue al Mundial sin perder ventas a nivel local? Una cosa era evidente: con el equipo jugando al ritmo de Friomán, tal vez no habría siquiera Mundial. Algo imperdonable, especialmente para la FIFA ¿O acaso creen que la Celeste y Blanca sólo posee hinchas en su país? Argentina afuera de Sudafrica 2010 es desde todos los puntos de vista, un pésimo negocio.

Evitando desagradar a los dueños de la pelota mundial, a los sponsors, y por último (lamentablemente) a los hinchas argentinos, en Viamonte decidieron que la prioridad era mejorar el juego. Cómo consecuencia, Tristelme por lo menos debería dejar de ser la manija del equipo. Pero esto no era una desición tan simple de tomar como parece.

En el ámbito local, existen empresas muy relacionadas a la gente de la calle Viamonte que tienen intereses financieros puestos en este jugador. ¿Cómo harían estos dirigentes para decirle a sus socios comerciales, que debían quitar a su estrella para clasificar al Mundial? ¿Cómo decirles que todas las neuronas y esfuerzos financieros sobrehumanos al servicio de moldear la opinión pública, deberían ser ahora arrojados a la basura?

La muñeca dirigencial del “Padrino” haría entonces una de sus tantas conocidas movidas. Quitaría primero a Tristelme del equipo para que el Combinado Nacional aumente su nivel de juego, alcance la clasificación al Mundial y entonces Friomán pueda retornar al seleccionado para jugar ese torneo. Esto ya se hizo en el experimento de la Copa América de Venezuela 2007. ¿Por qué no repetir algo que ya funcionó? Argentina clasificaría a Sudáfrica 2010 y lo jugaría con Tristelme de 10. Desde Zurich hasta los multimedios deportivos nacionales, todos satisfechos.

Esto es lo que yo denomino “Operación Escarcha: el retorno del Capitán Frío”. Esta operación, completamente en marcha, tiene analogías con muchos sucesos del pasado. Por eso es tan evidente. Pero lo más llamativo es que, ya en estos momentos, hay clarísimas evidencias de que está en funcionamiento. En los próximos posteos, iré analizando los diversos pasos que confirman esta hipótesis. Pero esten alertas, porque muchos sucesos relacionados a esta maniobra están por acontecer en poco tiempo.

Antes de despedirme, quisiera aclarar algo alentador para los que vemos fútbol más allá de las mentiras mediáticas. Como todas estas maniobras dentro de este ambiente, existe la posibilidad de que fracase rotundamente. La más fácil de imaginar, y ojalá no suceda, es que Argentina no clasifique a Sudáfrica. Sin Argentina en el Mundial, es imposible que Tristelme retorne. Sin embargo hay otras posibilidades no tan alocadas ni tan trágicas, que bien pueden regalarnos a los amantes del fútbol, un hermoso mundial sin el 10 de la Triste Figura. Que así sea.


Un cálido abrazo futbolero.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Se acabó la Riquelmentira en la Selección... ¿Para siempre?

Pensaba no escribir más en este blog, debido a que todo lo que tenía por decir, escrito estaba y había quedado demostrado la mayoría de las veces dentro de la cancha. Cada nuevo posteo encontraba entonces, reminiscencia en uno anterior. Ni siquiera pensaba festejar el alejamiento de este indeseable sujeto de la querida Selección escribiendo un nuevo post, porque me bastaba saber que aquí siempre me manejé firme a mis convicciones y traté al menos en lo personal, de evitar la contaminación mediática que indicaba que Riquelme era indispensable para el bienestar del Equipo Nacional y del fútbol en general.

Debo confesar que tuve una sensación extraña aquella noche de Marzo. Por un lado, la alegría de saber que el poder mediático que sostiene a este personaje es limitado. Por otro, la tristeza de saber que la Argentina pierde una pieza con ciertos aspectos interesantes para su juego. Es así señores: yo sostengo que Riquelme era un buen jugador para algún partido 2-0 a favor, y que faltando 15 minutos y ante la necesidad de meter el trámite en el freezer, su ingreso en el campo de juego podría cumplir dicho cometido. Atención que no hablo de sus dotes refrigerantes naturales incluidos en los pectorales helados de este señor, sino que hago gala de su buen control de balón, su facilidad para provocar faltas en los rivales, su buena pegada y su gran visión de campo.

Más allá de todo esto, la ecuación fue altamente favorable. Haber perdido a un jugador que con sus virtudes podía congelar un partido de marcador favorable, a cambio de evitar que este mismo señor baje la temperatura de juego desde el minuto 0, es más que apetecible. Además el Equipo Nacional evita a un conventillero que no quiere a nadie, exceptuandosé a sí mismo. Sin dudas, una ecuación muy beneficiosa.

Se preguntarán entonces, que me insta a volver a escribir. Amigos míos, viendo lo sucedido desde el día de la renuncia hasta la fecha, lamento comunicarles que ya está en marcha la que de ahora en más denominaré “Operación Escarcha: el retorno del Capitán Frío”. Las pruebas son muchas y las iré enumerando de a poco en los post siguientes.

Pero sepan algo: ya está en marcha este maquiavélico plan, para que en el primer partido del seleccionado en Sudáfrica 2010, Juán Román Riquelme trote dentro de la cancha. Algunos dirán que soy un paranóico. Otros creeran que Riquelme es solamente parte del pasado Celeste y Blanco. Incluso, mis detractores y a pesar de blasfemar en mi contra, no podrán evitar un brillo de ilusión en sus ojos ante esta noticia que les doy. Sin embargo la realidad no deja de mostrar evidencias.

Ya pasó una vez ¿Tienen dudas de que no puede repetirse? Mientras tanto señores, y aunque sepamos que aún el cielo puede volver a nublarse, festejemos. Si, festejemos que sin este usurpador de la 10, la Argentina va a volver a jugar con 11 y no con 10 jugadores.


Un cálido abrazo futbolero

PD: ¿Cómo? ¿El Villarreal está en cuartos de final de la Champions League? ¿Pero qué? ¿Volvió Riquleme? ¿CÓMO QUE NO? ¿Se fue Pellegrini entonces, el chileno ese que no sabía nada? ¿NO? Y entonces ¿Cómo puede ser que estén ahí arriba? ... La realidad mis amigos. La realidad.