miércoles, 19 de marzo de 2008

La "Era Riquelme"

No voy a hablar del partido de Huracan y Boca porque no lo ví. Así que esta vez no emitiré opinión sobre el desempeño del Capitán Frío, a pesar de que amigos míos me comentaron sobre su apenas discreto desempeño. Pero como no quiero hablar de algo que no ví, simplemente utilizaré este párrafo a modo de aviso.

De lo que si voy a hablar es de un tema mucho más candente, y que atañe a la preocupante e injustificada condición "quasi vitalicia" de Tristelme como líder futbolístico y espiritual en la Selección Argentina.

Durante la denominada "Era Bielsa", muchos futboleros amantes del juego de Friomán, no entendían como este no era convocado por el técnico rosarino. A la vez, comenzaron a remarcar que cada traspié que el seleccionado sufría, se debía a esta controvertida desición. ¡Y vaya si el seleccionado no tuvo un tropiezo en el 2002!

Luego de aquel triste mundial, los riquelmistas y la prensa acrecentaron la presión contra Bielsa y este decidió renunciar allá por 2004. Hasta ese entonces solicitar la presencia del 10 en el seleccionado era una cuestión de gustos. Nobleza obliga, Friomán había hecho méritos dentro de la cancha para vestir la celeste y blanca. Aunque muchos olvidan también, que Bielsa le dió varias oportunidades a este jugador y que en ninguna rindió.

Pero finalmente la llegada de Pekerman inicio la "Era Riquelme" ¿Por qué digo así y no "Era Pekerman" o "Era Basile bis"? Simple: Desde la primavera del 2004, el seleccionado tiene una sola cualidad inamovible. Esta es Tristelme conductor.

Podría haber sido una era gloriosa, pero el juego mostrado en la cancha y los resultados demostraron lo contrario. Hubo dos partidos iniciales de este ciclo que marcaron a fuego lo que vendría. Un inicial 4-2 contra Uruguay en River, con Friomán floreandose y demostrando que su presencia bien podría ayudar a la Selección. Y a los pocos días, un frío empate en el estadio Nacional de Chile, en donde los rojos apretaron un poco en el medio y la albiceleste careció de ideas y de fútbol.

Quedaba evidenciado. Si el trámite se mostraba favorable, este equipo ganaría sin problemas. Si el rival era algo más complicado, ganar se haría difícil. Y esta sería la constante de la "Era Riquelme".

La selección de Tristelme agarró las eliminatorias puntera cómoda y terminó detrás de Brasil. Por primera vez desde que las eliminatorias sudamericanas se juegan todos contra todos, Argentina no las ganó. En su momento se explicó que estaba bien, porque de nada sirve ganar esta clasificación, ya que lo importante era el mundial.

Mientras la albiceleste dejaba el primer puesto a los brasileños, en 2005 jugó la Copa de las Confederaciones. Victorias ante rivales fáciles, empates ante rivales complicados y en la final, 1-4 apabullante ante Brasil. Se dijo inmediatamente que el equipo tenía poco ruedo y que en Alemania 2006 se vería la verdad.

Llegó entonces el ansiado mundial, con un grupo difícil aunque no tanto como el de 2002. Hubo un hecho clave al cual se le dió poca importancia: el choque con Holanda sería en la tercer fecha, con ambos equipos probablemente clasificados. Y así fue. ¿Qué hubiese pasado si estas dos potencias se hubiesen cruzado en la segunda fecha sin nada asegurado?

Lo cierto es que el mediano México costó horrores, y la pobre Alemania nos eliminó por penales ¿Rigayme cómo jugó durante todo el certamen? A poco y nada. Me acuerdo de un lindo tiro fuera del área contra Costa de Marfil; una habilitación a Saviola en ese mismo partido; un corner contra México; y cómo se fue reemplazado en los cuartos de final. Muy poco para la manija del equipo.

Luego de la eliminación llegó Basile y otra paliza de Kaká y compañía, 0-3 esta vez. La madre de Rigayme pidió que no juegue más y entonces comenzó una maniobra para que este tipo vuelva a la Selección. Estaba claro que en el invierno de 2006, hasta muchos tristelmistas ya no lo apoyaban en la celeste y blanca.

Pero el Capitán Frío vuelve entonces a Boca, allí tiene buenas actuaciones que le permiten a los boquenses alzar su sexta Copa Libertadores, y entonces casi por decreto presidencial, Friomán es convocado para la Copa América de 2007, nuevamente como líder futbolístico y espiritual. ¿El resultado? Les ganamos a los fáciles, los medianos nos complicaron y la otra potencia que había en la copa nos despachó 0-3, esta vez con suplentes.

Pero la "Era Riquelme" está lejos de finalizar. En 2008 declaró tener ganas de jugar en Beijing y automaticamente, casi 200 días antes de iniciarse la contienda olímpica, se dió una lista de convocados en la que él no sólo formaría parte, sino que sería el capitán.

¿Qué es lo que me molesta? Simplemente que tengo la sensación de que esta historia ya la viví. Vamos a ganarles a los seleccionados menores, los medianos nos van a complicar y algún gran equipo (¿Brasil de nuevo?) nos va a cachetear a su debido momento.

Tal vez suceda un imprevisto y ganemos. El fútbol tiene esas cosas. Pero estoy cansado de que estemos dependiendo de ese imprevisto que nunca llega, mientras que Brasil, a fuerza de trabajo a conciencia se cansa de ganar.

Tristelme tuvo varias chances y las desperdició todas. Beijing es una nueva, esperemos que no la tire a la basura. Pero por como vienen las cosas, los tristelmistas pueden estar tranquilos. Si perdemos en China, dentro de dos años el helado Capitán Frío tendrá revancha en Sudáfrica ¿O alguno todavía piensa que su presencia está en duda?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Demasiado parcial tu comentario. Nada más que eso.

Anónimo dijo...

Tristelme se cansa de perder pero tiene siempre revancha. Juega porque es todo un negocia. En otro lado ya no jugaría mas.

Anónimo dijo...

Sos re parcial pibe!!!